Comparto una pequeña reflexión, ¿cuántos de nosotros necesitamos un pretexto para hacer lo que realmente queremos o necesitamos? Pareciera que nuestro deseo o necesidad tendría que estar validada por algo externo de donde “agarrarnos” para realizarlo, como si la necesidad intrínseca, nuestra tripa o como quieras llamarlo no tuviera valor y necesitara permiso de algo ajeno a nosotros para adquirirlo.
Hoy voy a poner el primer pretexto que se me vino a la mente y que muchos utilizamos para hacer algo que queremos o necesitamos: el cumpleaños.
Algunos de nosotros ese día, en nuestro cumpleaños, estrenamos el vestido, la camisa o la blusa que nos encanta, ¿porque esperar a ese día y no usarlo hoy mismo?. Algunos otros esperamos ese día para convocar a gente que queremos ver desde hace tiempo, para pasar un buen momento con familia y amigos, ¿porque necesitamos esa fecha para programarlo?. Otros a su vez, esperamos el cumpleaños para contactar a esa persona que echamos de menos y que nos gustaría saber cómo va su vida ¿porque esperar el momento donde el resto de la gente también lo hará? Algunos otros esperamos ese día para pedirlo de vacaciones en el trabajo y tomar un descanso que necesitamos.
El cumpleaños es solo uno de los muchos pretextos de los que nos agarramos, otros suelen ser el inicio de año, el inicio de mes o de semana para iniciar con un proyecto nuevo o para cambiar hábitos, en ocasiones el pretexto es el cambio de jefe o de estructura para organizacional para tener esa conversación de tus ideas y proyectos que tienes en mente. La lista podría continuar….
Valida lo que quieres hacer, lo que necesitas hacer por el simple hecho de que es tuyo, de que sale de ti, nadie más que tú puede escuchar tus pensamientos y tus emociones, si tu no les haces caso nadie más lo hará…
No esperes tener el pretexto perfecto, es hoy el momento perfecto! Y si necesitas uno, te lo regalo… ¡Feliz no cumpleaños!